Recuperar la Mística: el deber de la hora
Isaías, 30
1.¡Ay de los hijos rebeldes -oráculo del Señor- que hacen planes sin contar conmigo, que concluyen pactos contrarios a mi espíritu, añadiendo así un pecado tras otro!
Las palabras vertidas por nuestra diputada nacional Elisa Carrió llevan en su contenido la espiritualidad necesaria para superar este instante aciago. En el momento en que estas sabias frases fueron exteriorizadas, el Presidente Macri acababa de realizar una disertación breve sobre la necesidad de recurrir nuevamente al Fondo Monetario Internacional para superar la crisis. Y "los hijos de los rebeldes" respondieron con iniquidad y depravación llevando el dólar a sólo $35 pesos.
Demasiada perversión. Los que, sin dudar, respaldamos este Cambio (me refiero a la transformación, no al precio de la moneda norteamericana) no podemos ignorar con que animadversión se manejan algunos mercaderes del templo. Con cierta cuota de impaciencia esperábamos que la divisa de los E.E.U.U. se incrementara hasta llegar, por lo menos a $50 y no sucedió.
Sobran los motivos para que alentemos esa secreta esperanza. No cejaremos en los esfuerzos porque sabemos de lo que somos capaces. Y ya que hemos confiado en las sabias palabras de nuestro conductor adquiriendo con nuestros pesos el deseado metálico verde para contribuir al desarrollo inevitable de nuestra economía nacional aguardamos que, más temprano que tarde, veremos ascender la cotización de la divisa esmeralda a valores imponderables que, no sólo nos permitirán acrecentar nuestra fortuna de manera ilimitada sino que condenarán a los pecadores al fuego del infierno.
Y recuerden, siempre hay una luz al final del túnel.
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