LET'S GO CRAZY

Let's go crazy, let's get nuts

let's look for the purple banana 

til they put us in the truck

let's go !

                                            Let's Go Crazy (Prince 1984)

“Tengo que estar tranquilo, porque si me vuelvo loco les puedo hacer mucho daño a todos ustedes” dijo nuestro Presidente Mauricio Macri con ese porte de honestidad y confianza que lo caracteriza.

¿Estamos en presencia de un apercibimiento, una especulación o una expresión de deseo?

Cualquiera sea el sentido de ésta revelación, desde esta tribuna doctrinaria no sólo reverenciamos el sentido de esa proposición sino que exhortamos a que nuestro mandatario transite la senda de la locura y no se ampare en la posibilidad de causar daños o padecimientos a los argentinos y argentinas. Y no lo decimos refugiados tras una legión de periodistas obsecuentes y cobardes ni cobijados detrás de una consultora de economistas apocados y recelosos. Manifestamos este requerimiento pues creemos que es necesario que Usted, Señor Presidente, posea esa porción de atrevimiento que sin atajos y vericuetos nos lleve a la Argentina soñada. Y claro que habrá damnificados y dolencias. Es indudable que crecerá la pobreza y la indigencia. No obstante es indispensable que nos inocule esa imprescindible locura que, para los hombres de negocios tiene la virtud de provocar la benéfica obtención de ganancias ilimitadas.

¿Acaso Calígula, que se consideraba enviado de Júpiter, se amilanó ante las palabras de Séneca? ¿Dudó Nerón en quemar Roma para imputar a los cristianos de las desgracias del Imperio? ¿A Enrique VIII le tembló la mano para mandar a ejecutar a familiares y cónyuges que se oponían a sus pretensiones? ¿Se atemorizó Harry S. Truman cuando dió la orden de lanzar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaky?. 

A ellos los acusaron de locos pero no vacilaron en hacer lo que había que hacer. Por eso Señor Presidente: Let's Go Crazy, vamos a volvernos locos, busquemos el plátano púrpura. Nos espera un mundo de interminable felicidad, donde podamos ver el sol de día o de noche aunque llamemos al psiquiatra de Beverly Hills.........