DESDE LA HÉLADE CON AMOR
LA POBREZA.-¡Oh, ancianos! Veo que os dejáis alucinar como nadie en el mundo y
deliráis y extravagáis al unísono con pasmosa unanimidad. Pero yo os aseguro que, si
vuestros deseos se realizan, ningún provecho sacaréis. Porque si Pluto recobra la vista
y distribuye sus favores con equidad, nadie querrá dedicarse a las artes ni a las
ciencias. Y una vez suprimidas estas dos condiciones de existencia ¿habrá quien
quiera forjar el hierro, construir naves, coser vestidos, hacer ruedas, cortar cueros,
fabricar ladrillos, lavar; curtir, arar los campos, cosechar los dones de Deméter, pudiendo
todos vivir en la holganza y desdeñar el trabajo?
CREMILO.-¡Necedades! Todos esos oficios los realizarán los esclavos.
LA POBREZA.-¿Y cómo tendrás esclavos? ¿Dónde irás entonces a buscar esos
esclavos?
CREMILO.-Los compraremos con dinero, es evidente.
LA POBREZA.-¿Y quiénes serán los que los vendan si todos tienen dinero?
Aristófanes
La sabiduría plasmada en estas palabras exhiben la travesía que deberemos recorrer los argentinos. Los griegos, que durante milenios aprendieron de sus aciertos y de sus fracasos nos han mostrado el trayecto que deberemos emprender para salir de este laberinto.
Señor Presidente Mauricio Macri: Asumamos el compromiso de emular lo que hicieron los helenos en su república. Instruidos en largas crisis no dudaron un instante en recurrir a la protección de los organismos financieros internacionales y sin pedir perdón por ello. En estas horas azarosas, vemos con entusiasmo invocar la tutela del Fondo Monetario Internacional. Negarse a semejante patrocinio es no comprender la sublime idea de que nuestra economía sea conducida por mentes brillantes que nos liberaran de los últimos vestigios de populismo.
Es su deber, Señor Presidente, mostrarse altivo ante tal decisión. Las palabras suplicantes de algunos funcionarios y economistas tienen que ser silenciadas. Aquellos amilanados y temerosos economistas (como Prat Gay, Melconian, Espert, e incluso Dujovne) que se asumen perdedores por acudir a las autoridades del organismo de crédito internacional, no pueden seguir mostrando esa debilidad. Admiramos su decisión de no invertir los dólares que tienen depositados en el exterior. Pero no se confundan: no lo hacemos por el temor que tenemos de un corralito o un desastre financiero, sino porque creemos que los dineros de los argentinos de bien rinden más si están afuera. Nuestro compromiso: como hábilmente lo describe Aristófanes, es aumentar el número de pobres, indigentes y menesterosos. Sólo así vamos a construir la Argentina que soñamos los hombres de fortuna.
We’re talking with an IMF that is very different than the one we knew 20 years ago", said Economy Minister of Argentine Nicolas Dujovne . Yes, it's much best! From Greece, with love.
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